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Desde Dentosalud queremos dar unas nociones de lo que sería realizar un injerto de encía, con el objetivo de aproximar a nuestros pacientes a la realidad, que desde fuera parece mucho más de lo que la experiencia nos delata.
OBJETIVO DE UN INJERTO DE ENCIA
Una recesión es una migración de la encía que rodea el diente hacia apical (hacia abajo si es en la arcada inferior y hacia arriba si es en la superior), quedando expuesta parte de la raíz del diente.
El injerto de encía lo realizaremos para varios fines, el más importante es para proteger las piezas dentarias así como para mejorar la estética y sensibilidad que provocan la exposición de las raíces.
FACTORES QUE INFLUYEN EN LA REALIZACION DE UN INJERTO DE ENCIA
Los factores asociados con su etiología son muy diversos:
- Presencia de cálculo.
- Inflamación de encía.
- Cepillado traumático.
- Mala oclusión.
- Apiñamiento dental.
- Malposiciones dentarias.
- Restauraciones mal adaptadas o mal pulidas.
- Inserciones altas del frenillo o musculares.
- Tras tratamiento de ortodoncia.
- Encía de mala calidad.
Las consecuencias de estas recesiones son hipersensibilidad dentaria, pérdida progresiva de encía y hueso (sostén del diente), dificultad para la higiene de la zona, la posibilidad de desarrollar caries en esta zona y problemas estéticos.
TIPOS DE RECESIONES
Las recesiones las podemos clasificar según la profundidad y anchura de las mismas, y así se clasificarán en:
- TIPO I: Recesión no alcanza la línea mucogingival, ausencia de destrucción de hueso y encía
- TIPO II: Recesión se extiende hasta o más allá de la línea mucogingival, sin destrucción periodontal interproximal.
- TIPO III: Recesión alcanza la línea mucogingival con destrución de tejidos periodontales interproximales.
- TIPO IV: Recesión se extiende hasta o más allá de la línea mucogingival, con destrucción grave del tejido periodontal interproximal.
Según el tipo de recesión que se presente, la cobertura radicular tras el injerto de encía será total o parcial. Normalmente se consigue una cobertura total en las clases I y II de Miller y parcial en las III y IV. Para tratar las recesiones existen diversas técnicas de cirugía mucogingival e injertos de encía, según el caso optaremos por la técnica más adecuada.
Podemos simplemente desplazar la encía adherida que tenemos encima o en las zonas vecinas de tal forma que cubramos la recesión. Cuando dicha recesión es ancha y profunda tendremos que reforzar la encía con injerto que normalmente extraemos del paladar (zona donante).
RECUPERACION DE UN INJERTO DE ENCIA
Los puntos se mantendrán dos semanas en la zona receptor y una semana en la zona donante.
Las tres primeras semanas serán las más delicadas, tendremos que tener la precaución de no traumatizar la zona del injerto, realizar dieta líquida la primera semana y muy blanda las dos siguientes; evitaremos el cepillado de la zona del injerto durante un mes, así como ejercicio físico brusco y realizar cualquier actividad que pueda conllevar un golpe en esta zona. El paciente acudirá a la consulta una vez a la semana para el pulido de los dientes en la zona injertada.
Al mes después de la intervención el aspecto de la zona injertada ya será bastante bueno, pero el tejido de la zona sigue creciendo y madurando hasta los tres meses. Pasados los tres primeros meses se pueden realizar pequeños retoques para intentar cubrir las recesiones que no se hayan conseguido cubrir en una primera intervención. Una vez completada la cicatrización, el paciente pasará a un plan de mantenimiento y control por parte del especialista.
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